terça-feira, 29 de janeiro de 2013

EL NEGRO Y LA GERMANA

Hola amigos. Leí otro dia esta historia  y  me gustó mucho. quisiera compartir con ustedes. Es sobre preconceptos y prejuicios. prof. Juan

ROSA MONTERO 17 MAY 2005, El país  

  Estamos en el comedor estudiantil de una universidad alemana. Una alumna rubia e inequívocamente germana adquiere su bandeja con el menú en el mostrador del autoservicio y luego se sienta en una mesa. Entonces advierte que ha olvidado los cubiertos y vuelve a levantarse para cogerlos.
  Al regresar, descubre con estupor que un chico negro, probablemente subsahariano por su aspecto, se ha sentado en su lugar y está comiendo de su bandeja. De entrada, la muchacha se siente desconcertada y agredida; pero enseguida corrige su pensamiento y supone que el africano no está acostumbrado al sentido de la propiedad privada y de la intimidad del europeo, o incluso que quizá no disponga de dinero suficiente para pagarse la comida, aun siendo ésta barata para el elevado estándar de vida de nuestros ricos países. 
  De modo que la chica decide sentarse frente al tipo y sonreírle amistosamente. A lo cual el africano contesta con otra blanca sonrisa. A continuación, la alemana comienza a comer de la bandeja intentando aparentar la mayor normalidad y compartiéndola con exquisita generosidad y cortesía con el chico negro. Y así, él se toma la ensalada, ella apura la sopa, ambos pinchan paritariamente del mismo plato de estofado hasta acabarlo y uno da cuenta del yogur y la otra de la pieza de fruta. 
  Todo ello trufado de múltiples sonrisas educadas, tímidas por parte del muchacho, suavemente alentadoras y comprensivas por parte de ella. Acabado el almuerzo, la alemana se levanta en busca de un café. Y entonces descubre, en la mesa vecina detrás de ella, su propio abrigo colocado sobre el respaldo de una silla y una bandeja de comida intacta.
  Dedico esta historia deliciosa, que además es auténtica, a todos aquellos españoles que, en el fondo, recelan de los inmigrantes y les consideran individuos inferiores. A todas esas personas que, aun bienintencionadas, les observan con condescendencia y paternalismo. Será mejor que nos libremos de los prejuicios o corremos el riesgo de hacer el mismo ridículo que la pobre alemana, que creía ser el colmo de la civilización mientras el africano, él sí inmensamente educado, la dejaba comer de su bandeja y tal vez pensaba: "Pero qué chiflados están los europeos". http://elpais.com/diario/2005/05/17/ultima/1116280802_850215.html

sexta-feira, 25 de janeiro de 2013

Espetacular uso de la coma



Los signos de puntuación merecen ser conocidos y usados con exactitud.
                                   
"La coma, esa puerta giratoria del pensamiento" ( Julio Cortázar )

 

1.      Una coma puede ser una pausa. O no...
No, espere.
No espere.

2.      Puede hacer desaparecer su dinero.
23,40
2,34

3.      Puede crear héroes...
Eso solo, él lo resuelve.
Eso, solo él lo resuelve.

4.      Puede ser la solución.
Vamos a perder, poco se resolvió.
Vamos a perder poco, se resolvió.

5.      Cambia una opinión.
No queremos saber.
No, queremos saber.

6.      La coma puede condenar o salvar.
¡No tenga clemencia!
¡No, tenga clemencia!

Finalmente, esta conocida genialidad autoral de Julio Cortázar:

Lean y analicen la siguiente frase: 
 
"Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría en cuatro patas en su búsqueda".

1.Si usted es mujer, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra mujer.

2.Si usted es varón, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra tiene.